Parte de lo que hace tan atractivas a las telenovelas es que en estos universos de historias la buena y mala suerte, en sus versiones más extremas, están siempre en juego. Situaciones que van desde ganar la lotería hasta encontrar a una hermano perdido o perder la memoria después de un accidente, son eventos poco comunes en la vida real pero muy frecuentes en las historias que nos gusta consumir en la tele.
La suerte es prácticamente un personaje más en los programas de TV, uno que puede elevar a sus protagonistas o hundirlos, pero que siempre los lleva a descubrir nuevas facetas de sí mismos y enfrentar desafíos con valentía.
En el fondo, estas historias de buena y mala suerte conectan con el anhelo humano de creer en segundas oportunidades, giros de fortuna y el poder de superar las adversidades para alcanzar una vida mejor. De la misma forma que estos protagonistas buscan un golpe de suerte, las personas que anhelan conseguir un top casino online bono por registro – BonusFinder México pueden encontrarlo en ese sitio. A continuación, algunas de esas situaciones donde la suerte hace que todo cambie para bien (o para mal).
Ganar un gran premio
En “El Premio Mayor” (Televisa – 1995), Huicho Domínguez, un hombre de clase baja y sin educación, ve su vida transformada al ganar el premio mayor de la Lotería Nacional. Con su repentina fortuna, compra una mansión gigante. Aunque comienza a rodearse de lujos, no puede con su falta de refinamiento. Termina atrayendo a algunas cazafortunas y poniendo en riesgo su relación con Rebeca, su esposa de toda la vida.
La riqueza de Huicho, que en principio parece un golpe de buena suerte, termina siendo una maldición para los que lo rodean y un obstáculo para el buen desempeño de sus relaciones familiares.
Algo parecido sucede en Marimar, otra de las grandes tiras mexicanas protagonizadas por Thalía. En esta historia la protagonista parece destinada a vivir en la pobreza y el analfabetismo, pero todo cambia cuando hereda una gran fortuna. Con su nueva riqueza, se reinventa y regresa para vengarse de quienes la menospreciaron, puntualmente de Sergio Santibáñez, un futbolista del que ella estaba enamorada. Gracias a su enorme suerte, Marimar termina convirtiéndose en una mujer fuerte y poderosa.
Pérdida de memoria repentina
Un accidente o un evento trágico puede transformar la vida de cualquier persona, y las telenovelas exploran este giro de mala suerte como pocos. El ejemplo más icónico es la pérdida de memoria de María la del Barrio. Esta novela megaconocida narra la historia de María Hernández, una joven humilde, vive una vida llena de dificultades. Tras casarse con Luis Fernando y tener un hijo, María sufre un trastorno bipolar que la afecta gravemente. En un momento trágico, María pierde la memoria, olvidando a su familia y a su vida anterior.
Sin recuerdos, María comienza de nuevo, rescatada por el Dr. Daniel Ordóñez, quien la acoge como niñera de sus hijos. Sin embargo, su familia continúa buscándola sin descanso. Finalmente, un encuentro en el hospital le devuelve su memoria, permitiéndole regresar con los suyos. Este cambio de suerte resalta cómo la pérdida de memoria puede ser un obstáculo devastador, pero también una oportunidad para redescubrir la felicidad. La historia de María simboliza la lucha por el amor y la familia, incluso cuando el destino parece separarlos.
Una muerte que requiere venganza
La tragedia de perder a un ser querido también es habitual en las telenovelas y suele ser el detonante de grandes historias de aventura y búsqueda. Por ejemplo, en la archiconocida Pasión de Gavilanes, los hermanos Reyes buscan venganza tras la muerte de su hermana, un golpe de mala suerte que los deja marcados. Sin embargo, al acercarse a las hermanas Elizondo como parte de su plan, el amor surge inesperadamente y cambia sus destinos para siempre.
Lo que comienza como una misión de justicia y revancha se convierte en una historia de redención, amor y comprensión. Los hermanos Reyes, al enamorarse, descubren la verdad detrás de la muerte de su hermana y logran encontrar la paz.
Toparse con el amor de la vida
En las telenovelas las historias de amor siempre son una parte central. Muchas veces, encontrar al amor de la vida requiere un golpe de suerte. Por ejemplo en Esmeralda, la protagonista es una joven ciega que nace en la pobreza, pero la vida le da una oportunidad cuando conoce a José Armando, un hombre de familia adinerada.
Sin embargo, su historia no es sencilla, pues los obstáculos de clase y los malentendidos ponen a prueba su relación. A pesar de las dificultades, Esmeralda y José Armando luchan por su amor, mostrando que, aunque la suerte en el amor puede ser esquiva, es posible vencer las adversidades cuando hay verdadera conexión. Algo parecido sucede en El Amor No Tiene Receta.
Encontrar a un hermano perdido
Los reencuentros entre hermanos separados son otro golpe de suerte en las telenovelas, aunque muchas veces vienen acompañados de dificultades iniciales. En La Usurpadora, Paola y Paulina, hermanas gemelas separadas al nacer, se encuentran años después en una situación que parece mala suerte para Paulina.
Paola, la villana, la obliga a tomar su lugar, lo que al principio significa un riesgo para Paulina. Sin embargo, esta “mala suerte” se convierte en una oportunidad para mejorar su vida y la de los Bracho, ganándose el amor de la familia.